Aurich cayó 3-1 ante Gálvez en Chimbote y dejó escapar una oportunidad de pasar a Alianza en la Liguilla A



Luis Fernando Suárez no lo puede creer. El chimbotano Gerson Vásquez acaba de anotar el tercero de la tarde y entierra la cabeza, tiene la mirada perdida.

Se le ve triste. Y es que cuando su equipo tuvo la oportunidad de ser líder momentáneo de la Liguilla A, sucedió lo impensado.

El Ciclón apenas fue una brisa y cayó por 3-1 ante un corajudo José Gálvez, que hizo del pressing y la eficacia un estilo de juego.

¿Por qué perdió Aurich? Simple. Porque esta vez se mostró apático y desorientado en todas sus líneas.

En la zaga, Butrón y Álvarez nunca ofrecieron seguridad. Candelo, en la zona de las ideas, sólo tuvo chispazos y ello, naturalmente, no alcanza en el fútbol de hoy para desnivelar un comprosimo.

Mientras que en la ofensiva, Pedro Ascoy hizo gala de su chapa de Burrito y falló en el remate final.

En esas circunstancias, el cuadro local le tomó el pulso al partido y siempre gobernó con autoridad gracias al despliegue generoso del Cholito Johan Sotil y la habilidad del argentino Sebastián Cobelli.

Precisamente Cobelli, sobre los 19 minutos de la etapa inicial, fabricó una joyita en el arco de Erick Delgado. El 9 chimbotano recibió fuera del área un balón de espaldas, se sacó la marca de Mario Gómez y con remate seco desperezó los ánimos de la afición local.

Golazo, de otro partido. Con la ventaja, Gálvez formó dos líneas de cuatro y apeló al contragolpe para aumentar el marcador.

Sin embargo, un tiro libre del chiclayano Mayer Candelo, a los 32' de la misma fracción, puso los nervios de punta a los jugadores chimbotanos.

Víctor Genes le metió un cafecito a sus pupilos en el vestuario. Vamos muchachos, pónganle más ganas.

Así, los chimbotanos se inyectaron una dosis de optimismo. Y prácticamente salieron a arrasar a su antagonista en la parte final.

Ricardo Ronceros, a los 10', y Gerson Vásquez, sobre los 43', decretaron la victoria final ante un Ciclón, que hoy, de seguro, le prenderá velitas a Cristal para que le dé una manito y derrote a Alianza Lima.

Sólo de esta manera Aurich podrá seguir soñando con el título en la Liguilla A. Ayer desperdició una gran oportunidad. Y eso en el fútbol, en ocasiones, se paga muy caro.

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