Cuando dos equipos que sufren se encuentran en un partido, todo es imprevisible. La desesperación y el deseo, también el desorden, son variables que auguran un encuentro en la que cualquier cosa puede suceder. Eso sucedió ayer con CNI y José Gálvez en su empate 1-1 en Iquitos, dos equipos que luchan por no descender.
Primera jugada y CNI insinúa el dominio. Pero a los 7' iniciales Gálvez asusta con una tijera de Cruzado. A los 12', ya nadie dominaba. A partir de allí eran ataques de las dos bandas. Desorden. Fuerza.
A los 20', por la banda derecha llega Mesarina para los chimbotanos, centra y Leguizamón que no alcanza, pero asusta. Dos minutos después CNI contragolpea con Vergara, pero cinco después nace un tiro de esquina para Gálvez.
Pelota quieta, al centro del área jugadores se confunden, Mario Leguizamón patea y el balón que llega hasta el área, Almirón la toca despejando, cambia el rumbo y entra. Autogol. 1-0 para Gálvez.
Inmediatamente, a los 38', Barrena llega al área chimbotana, patea y el balón choca en Romaña. Otro autogol. 1-1. Fin del primer tiempo.
En el segundo tiempo el desorden y la desesperación se respiraba en el aire y a los 49' Santiago Salazar es expulsado. A los 51', CNI se fue con todo, pero Gálvez no se tiraba y a los 77', Kike Rodríguez es expulsado.
Ambos equipos intentaron buscar el gol que les dé los tres puntos, pero el desorden con que lo hicieron impidieron que el arco se les vuelva a abrir. El punto no les sirvió de mucho.
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