Postrado en su cama, con la pierna vendada y el dolor carcomiéndole el alma, Angelo Cruzado sufre las consecuencias de una infortunada salida. El delantero del Gálvez rompió su silencio y cuenta los pormenores del accidente.
"Estaba en mi casa con mi esposa y como está embarazada se le antojó una gaseosa y salí a comprarla. Eran cerca de las dos de la mañana y todo estaba cerrado, por eso caminé hasta un pasaje donde encontré una tienda abierta. Cuando entré por ese sitio tres sujetos encapuchados intentaron robarme y me defendí como pude, hasta que uno de ellos me clavó un cuchillo en la pierna izquierda", relató.
"Por suerte en ese momento apareció mi cuñado y me ayudó. Gracias a Dios el cuchillo no afectó ningún tendón, pero igual estaré cerca de mes y medio sin jugar", manifestó Cruzado.
